viernes, 8 de enero de 2010

tic, tac

"Eh, amigo, ¿te pasa algo?"

"Oh no.

Otra vez el tiempo. El maldito tiempo.

Ocupa mi cabeza, y la envuelve. Y me hace daño, y me marea y me agobia.

Cuando hay mucho, porque hay mucho. Cuando falta, porque no hay nada. No hay tiempo que valga, nunca.

Y cuando parece que hemos encontrado el equilibrio perfecto, viene el tiempo y se lo lleva. Paso a paso, inexorablemente.

Bueno, para ser justos, admitamos las bondades del tiempo. Borrar los hábitos y los recuerdos es a menudo necesario.

Quizá lo mejor sería poder administrar el tiempo según el asunto que ocupe, sin un orden natural aparente. Me explico: que el instante que dura una mirada pudiese ser alargado mil años, y los meses (o incluso años) que llevan deshacerse de un vicio pasasen en un minuto.

Engañar al tiempo es imposible, todo en esta vida llegará a su debido tiempo.

Y aunque en la juventud deseemos que las agujas del reloj corran al mismo ritmo que nuestros alocados deseos, no deja de inquietarme el saber que en alguna parte siempre habrá un reloj echándonos las cuentas.

Tic, tac."

"Vaya, hombre, estás jodido"

3 comentarios:

Samu Chao dijo...

mmm. Piensas igual que la panda del barroco!!! Pero muy bueno Paula.

Gris dijo...

Me siento bastante identificado!

Hace apenas unas semanas no tenía ni un segundo para coger aire ahora me sobra el tiempo... ><

Nos vemos en unos días Paula!

las nubes de tu pelo dijo...

paula!!! tu tambien por aqui, genial !
si es que esto mola mucho más que el tuenti...
pues nada, te agrego, un besillo :)