Estoy hecha de agua y fuego
y de tinta y de papel,
de ideas y de hechos,
de carne, hueso y piel.
Canto a la niebla del agua,
y al polvo de la tierra amé.
De la libertad esclava,
pues del sendero escapé.
En cuanto a mis entrañas,
¿qué plato he de romper?
Si al que escucha estas hazañas
nada le puedo esconder...
No me juzgue por mis palabras,
sino por lo que diré:
"Así que el viento me traiga calma;
yo, tempestades sembraré".
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