jueves, 4 de septiembre de 2008

Quiero sentir "algo"

¿Por qué me siento asi? ¿Por qué a pesar de tener amigos que me quieren y a los que quiero, me siento inexplicablemente vacia? ¿Por qué me pongo a ver imágenes de cariñitos que antes me parecían insoportablemente cursis?
Anhelo algo que no tengo, pero que no se lo que es… Quiero… quiero tener algun motivo para levantarme y sonreir cada mañana, quiero tener algo por lo que identificarme con alguna cancion, película, o libro romántico, quiero alguien a quien querer!
Quiero pensar en alguien y sentir ilusión, mariposas en el estómago, que me tiemblen las piernas. Quedarme embobada pensando en sus más pequeños detalles, enfadarme si no me hace caso, alegrarme cuando me lo haga…
Necesito esperar una llamada con impaciencia, llorar de rabia si no está a mi lado, fingir indiferencia aun estando lejos de sentirla, necesito sentirme bien y sentirme mal.
Porque siento un vacío agobiante al no tener ese motivo, ese alguien, ese sentimiento; pero no se por donde empezar a buscar, supongo que esas cosas vienen solas, no?
Dicen que no hay nada peor que un amor no correspondido… bien, si lo hay, es el hueco que hay en tu vida si no tienes amor.
¿Qué lo importante es la amistad? ¿Qué se puede vivir bien sin amar de esa forma? No lo niego, pero a la larga…
No soy romántica, nunca lo he sido, y no creo que vaya a serlo nunca pero… daría hasta mi vida por escapar de este aburrimiento, esta monotonía que se ha instalado en mi corazón… y que alguien rompiese mi rutina con un beso que me llenase hasta la última célula de mi cuerpo.
Me regalas una estrella fugaz, a ver si se cumple mi deseo?




1 comentario:

@AgenteSmint dijo...

Me he sentido identificado con lo que sientes, pero mi problema no es la falta de un motor que mueva mi vida, sino que los engranajes de mi máquina están oxidados y en ocasiones me cuesta acordarme de como se sonrie por ser feliz.

Imagino que es una de esas etapas amargas de la vida en la que los beneficios que se obtienen son mas orientados al aprendizaje que al bienestar emocional... esperemos que pasen pronto.

Saludos y gracias por leerme. Te voy a dejar un trozo de relato de hace cosa de dos meses, donde describí como me setía mientras trabajaba, espero que no te moleste.

El estruendo de los aviones al pasar, hace tintinear los cristales a mi espalda. Aquí, sentado frente al ordenador de mi oficina, con el olor a tabaco rancio que ha dejado el compañero al que acabo de relevar, y sumido en la mas absoluta soledad pese a estar rodeado de personas, los pensamiento fluyen por mi mente demasiado rápido como para poder plasmarlos en la pantalla, debido a mis torpes dedos y a mis nulos conocimientos en mecanografía.

El tiempo parece detenerse y todo parece ir demasiado lento... todo menos mi cabeza, que no para de dar vueltas cual peonza de madera que un padre está haciendo bailar en un parque para regocijo de su niño.

La gente pasa a mi alrededor, son como muertos vivientes, seres sin alma, sin sentimientos, seres vacíos. Yo no existo para la gran mayoría de ellos, y para los pocos que parecen percatarse de que estoy aquí, mi presencia no hace sino obligarles a agilizar el ritmo de su caminar, produciendo una brisa de aire huracanado a su paso.

Nadie me habla, todo está en silencio, un silencio solo roto por los motores de los aviones. Un silencio solo roto por los pasos de las almas errantes que pasan a mi lado, que me atraviesan cual fantasma que atraviesa los gruesos muros de roca del castillo en el que lleva años encerrados. Es paradójico que, habiendo tanto ruido alrededor, el silencio sea insoportable, asfixiante, estremecedor.

Todo va aconteciendo a cámara lenta. Despacio, en silencio, como si estuviera en el fondo del océano y la resistencia del agua impidiera fluir el movimiento. Ya no puedo mas. Lleno mis pulmones de aire y grito con todas mis fuerzas.

Nada. Todo sigue en silencio, todo sucede despacio, tan despacio que ni siquiera me he percatado de que en realidad estoy soñando.